La Inmaculada Concepción es una iconografía religiosa que tuvo su esplendor en los siglos XVI y sobre todo XVII. Cayó su prestigio en el siglo XX, asociándose a una temática empalagosa, e ignorándose por completo aspectos como que fue un incipiente símbolo feminista. A pesar de que Murillo es el pintor de Inmaculadas por excelencia, Ribera fue más trascendente en esta temática que el sevillano.
¿Fatiga pandémica?
En sus primeros años en Roma, su supuesta vida fue la de un vividor sin escrúpulos. Una vez establecido en Nápoles, su evidente ascenso más tuvo que ver con el hecho de asentarse a la sombra de los pérfidos virreyes españoles que a su talento. Finalmente, una vez consolidado, estableció una red mafiosa para expulsar a cualquier pintor que le hiciese sombra ¿Es todo esto cierto?
Este blog es consecuencia, en buena medida, del periodo pandémico del coronavirus. Es por eso que, para iniciarlo, queremos recordar la incidencia brutal de otras pandemias pasadas como la peste, y su relación con la época y el entorno de Ribera
No hay comentarios:
Publicar un comentario